29.4.07

[desaliento]

El Instituto Cervantes sigue haciendo caso omiso a las peticiones de presencia cultural en los campamentos de refugiados saharauis. Doscientos mil exiliados que sienten y hablan en español, empeñados contra toda lógica en la pervivencia de un idioma cuyo país les ha dado la espalda.

(...) Los libros de texto para los niños saharauis son impresos en Suecia. Como este país carece de la letra Ñ, cuando los libros llegan a los campamentos son repartidos entre profesores y voluntarios que pacientemente colocan a mano la tilde sobre la N...


(extracto de la carta enviada al director del Instituto Cervantes por Gonzalo Moure, Ricardo Gómez y 40 firmantes más en junio de 2004).

1 comentario:

Anónimo dijo...

No me jodas!!! Lo del Sahara no tiene ni nombre! y lo peor de todo es que no nos enteramos de nada. Gracias por estar informada y por informarnos. Gracias por preocuparte cosa linda!!