30.5.06

[el rescate de manolin iii]

- Joe mama, vaya mierda de secuestro, no has pedido rescate ni ná.
- Anda tira, que contenta me tienes. Acábate el lenguao, que está ya aburrío.
- Mami, te ha llamado bicho.
- Y a mí qué.
- Ella sí que es un bicho. Pero de fea ¿verdad?

Ahí tuve claro que el niño ha asimilado que hay que defender a los suyos y me dije, bueno, al menos me voy palacama más tranquila. Lo mejor estaba por venir.

- Churri, ¿luego vienes a la cama o te vas a la del Manolín también?. – y se dio la vuelta.

Madre mía. Mi marido celoso de un niño de doce años. Cuando una cree que lo ha visto todo se equivoca. Se puede llegar más lejos. Siempre se puede.

Anexo:

Soy la mama de Iván, amigo de Manolín. Mi hijo es compañero de pupitre de Ester María – ya está recibiendo apoyo psicológico pues con ayudar a la niña empezó a desfilar muy marcial un rosario de ceros por sus notas que yo no iba a tolerar de ninguna de las maneras - y debo decir que toda la película de las cáscaras de gamba que se monta su madre es completamente incierta. La niña padece una acusada falta de personalidad y su madre se ve obligada a llamar la atención para que la hija esté al menos en la comidilla de los corros del colegio. De tuerta nada, es de iris cansino. Compruébese si no el interés mostrado en el final de Doraemon.

Aprovecho para añadir que Esterma se cambia de niki solo los lunes y algún jueves si hay puente. Esta información la ha recopilado mi Iván, que quiere ser periodista. Así que a ver donde está la plaga, que yo lo veo bien clarito.

No puedo despedirme sin resaltar la desfachatez que supone retarme a mí en la reunión del apa. ¡A mí! Ventidós años consecutivos co- presidiendo el apa con mi señor marido y llevando canapés cada fin de curso. ¡Ventidós!...

Esto no va a quedar así. Usted y yo lo sabemos.

[historias de ratas iv]

Queridos padres y hermanos y abuela: Estoy bien, ya sólo quedan tres meses para verano pero son los más difíciles, me ha dicho la hermana Silvestra que tendré que aplicarme si quiero aprobarlo todo y además con buena calificación. Ella me ayuda mucho, es mi tutora y me anima a que haga votos pero yo de momento he dicho que no. ¿Cómo estáis vosotros? Espero que se solucione lo de la vendimia, dadle recuerdos al señor maestro, me acuerdo mucho de él. Ayer se marchó mi compañera de habitación Mari Nieves, que se ha escapado o sea que tengo el cuarto para mí sola. Cuidaros mucho, os quiere, María Pilar

Sandalio y Federica se descubrían con los ojos arrasados en lágrimas al término de la lectura de cada misiva remitida por María Pilar ¡Qué sería de ellos sin su pequeña y de su pequeña sin ellos! ¿A quién acudiría en los momentos difíciles? ¿Habría encontrado un hombro amigo para llorar si es que lloraba? ¿Qué motivos tenía para llorar? ¿Es que no era feliz María Pilar ? A Sandalio y Federica les asaltaban las dudas en cualquier momento del día pero luego respiraban tranquilos al recordar que María Pilar era una chica fuerte y madura. Aún así la extrañaban mucho.

El perroflauta y la pendiperla se amaban, pero solo con los ojos. Más de un escalón social impedía que lo suyo cristalizara. En su cita del Postigo de San Martín él la miraba y ella se sentía mirada. Querían y no podían. Él, niño de papá metido a parásito social. Ella, de familia cateta aparentona esperando braguetazo. Un día se dejaron de jilipoyeces y se casaron en la Parroquia de Nuestra Señora de las Luces.

11.5.06

He descubierto que me encanta usar la bici para pasear por Madrid lo cual supone toda una suerte de desvíos ( lo de suerte lo decía un profesor nuestro de la facul, el señor Requena - escritor de sesudos libros de cine de esos que no se entiende ni el prólogo - que llamaba a la caca que sale al principio de Terciopelo Azul “masa excremental” con eso queda todo dicho), cuestas mal hechas, bordillos a saltar, boquetes a salvar, señoras a esquivar… parece la canción del baile olímpico de Enrique y Ana. Si vas por la calzada como vehículo te devoran. Pero si vas por el carril bici te devoran también. De los pocos que saben lo que es, muchos menos lo respetan.

Que lo quiten y lo soterren para hacer zonas verdes en su lugar. O mejor, que simplemente desaparezca y se gane así otro carril más de coches. Da igual que vayan de canto, el caso es que quepan. Menos mal que tenemos un anillo verde ciclista que conecta Valdebebas con El Pardo y eso va a aliviar una gran parte del caos circulatorio que sufre la ciudad. ¿No será que la bici es limpia, silenciosa y barata; que no genera impuestos ni multas? Que noooooo, que entre todos estamos haciendo de Madrid una de los mejores capitales del mundo… jodeeeeer como serán las peores….

[clique ud. mañana]

Es genial el uso que hacen la Administración y los organismos oficiales de las nuevas tecnologías. Te pateas varios edificios, pasas controles de seguridad, de una oficina te mandan a otra y vas rastreando las puertas para preguntar una información concreta y al final la persona que te atiende te dice:

- Sí mira, pues entra en uve doble uve doble uve doble…

Ni uve doble ni leches. La dirección que te dan ya la conocías tu. Y si te has molestado en ir es para solucionar dudas sobre aspectos que no están bien explicados o no aparecen reflejados. Lo que no puede ser es que una información mal colocada en internet sustituya trabajadores enteros. Así, tal cual. Insistimos:

- Sí, pero solo una cosilla, sabes más o menos cuando saldrá la convocatoria…

- En la web, míralo ahí que esta todo
- (Mientras te estás yendo) Y…sabes si hay una por comunidad o…
- (Te gesticula con la cabeza) En la web, ahí lo tienes todo explicado.

No te dejan ni acabar la pregunta. Malditos bastardos. Seguro que si les preguntas ¿te rascas el culo muy a menudo? te insisten:
en la web, ahí te lo pone.

Una oficina cualquiera con diez ordenadores. Seis personas desayunando, una hablando por teléfono y tres tecleando. De estas últimas, solo una te mira cuando hablas. Y te da una puñetera página web. Estamos tontos y como aun no lo sabemos, se aprovechan. No entiendo nada.

10.5.06

RURALISMO DE BOQUILLA

Me gusta Madrid, mi cuidad. Sí, me gusta. Soy así de masoca. Me gustan la cantidad y la variedad. El estrés, la vida rápida, los edificios altos, correr detrás del autobús, encontrarme a alguien de repente, pasear, tomar unas cañas, ceporrear en un parque, leer en un banco, quedar a tomar café, elegir un cine, ir amoñigado en el metro y dejar hueco para los que aparentemente no caben, oír música callejera, pedir la vez en el mercado, salir de marcha hasta altas horas…

Esto no lo tienen los prorrurales. Jo. De unos años para acá se observa que la gente joven quiere vivir en el campo como si fuera este el único antídoto contra el homo estresatus. Yo también quise. De hecho estuvimos hablando de irnos unos pocos. Pero acto seguido nos dimos cuenta de que no aguantaríamos ni dos días. A lo mejor sí, quien sabe, pero muy posiblemente no.

En primer lugar, la ciudad es grande y la caca se diluye. En el pueblo la vida es sota-caballo-rey, siempre hay los que no se hablan con este y aquellos que no se cruzan con el otro, el que reclama los dos repollos que antaño le robó su abuelo a su tío… y aunque no lo quieras, la mierda te acaba salpicando. Te acabas posicionando y haces enemigos.
En la ciudad, basta con no ir al bar a la hora que va fulano.

En invierno, a las cinco de la tarde no hay vida, las calles están muertas y la gente acaba yendo a misa a hacer vida social. Si te ha ocurrido algo, la gente lo sabe antes de que tú mismo quieras darte cuenta. Si estás existencial no te puedes desahogar con las piedras del camino; no te puedes zafar de los problemas tan fácilmente. Además te costará encontrar el cd de Caníbala o el ultimo dvd de Kusturica.

A todos nos gusta ir al campo a “desconectar” pero no basta con oler tomillo y pisar dos boñigas de vaca para creer que nuestro sitio está en el campo, haciendo quesos y durmiendo en una cama de paja. El urbanita nace, no se hace. Cada uno pertenece a su entorno salvo razones poderosas que le obliguen a lo contrario. Si no fuera así, Soria provincia y Madrid capital ya se hubieran invertido los papeles.

Calidad de vida queremos todos, el de Cervera de Pisuerga y el de Moratalaz. Queremos vivir 345 años como los gnomos, comer sano y redescubrir los poderes curativos de la hierbabuena. Pero para eso no hace falta renegar de la ciudad. Lo ideal es seguir en ella pero peleando para conseguir que sea un espacio más agradable de lo que viene siendo, dejar claro que no nos gusta respirar polución, sufrir atascazos ni convivir con interminables obras. Como decía Sabina, Madrid es una ciudad invivible pero insustituible.


El domingo salió un artículo interesante:

http://tinyurl.com/sxjng


9.5.06

Mi profesor de natación ideal se llamaba Cándido. Con ese nombre era imposible no quedarse prendadita. Era un Patrick Swayze de Hortaleza, con sus hoyuelos y su sonrisa ideal. Aun recuerdo su cara con efecto flou.