24.4.06

El rescate de Manolín II

Un día leí que la amistad no tiene edad. Por eso no hay nada malo en que una persona de cuarenta y tres años tenga un amigo de doce y en que un chico de doce tenga una amiga de cuarenta y tres. Claro, que quien me iba a decir que me iba salir tan cara esta amistad. Si lo sé me lo pienso dos veces.

- Manolín, son las diez y pico, vamos a cenar y luego te subes a casa, que tu madre tiene que estar preocupada.
- ¿No puedo vivir aquí?
- Pues hombre, tú qué crees.
- ¡¡Máma!! ¡¡Es la Francisca!! ¡¡Que salgas!! – la Yoly es que no sabe hablar en un tono normal. Todo lo grita, ha salido a mi abuela que en gloria esté.
- ¡Voy!
- ¡ Tu! – me grita la Francisca poseída.
- ¡Yo? – respondo atónita.
- ¡Tú! ¡Bicho!¡Que me secuestras al niño y te lo callas!!
- ¡Que yo qué?
- ¡Como es mejor que tu Angelillo! El hijo que siempre quisiste tener y Dios no te ha dado! ¡Ese es el mío! ¡Y yo que culpa tengo?¡Señor!

Mientras despotricaba, recorría el metro cuadrado que tenía el descansillo moviendo los brazos y llaves pa arriba llaves pa bajo, que dije yo por lo bajini todavía nos atiza con ellas. Todos nos mirábamos sorprendidos – Manolín el primero - esperando que la Francisca echara espumarajos por la boca pero afortunadamente ese momento no llegó. Le cogió de la mano y lo sacó para afuera.

- Descansa Manolín, que te hace falta – le dije con cariño. Y le cerré la puerta en las narices a la Francisca.
- ¡Mano! – dijo de repente Angelillo. Abrí otra vez, con lo bien que me había quedado el portazo.
- Qué – dijo la Francisca.
- Qué – dijo Manolín.
- Qué – dije yo .
- Que recuerdos de la madre de la Esterma - le dijo el crío moviendo las cejas con complicidad .

[arriba las manos]

¿Qué diferencia puede haber entre una pera que me coma yo y una que se coma la primogénita de Rocío Jurado? Esta y otras preguntas me hacía yo tras salir aterrorizada de un supermercado de La Moraleja al que fuimos a caer así, en plan cásual, con acento en la primera a. Ay míseros de nosotros, por qué daríamos con nuestros huesos en tan perverso lugar.

- Queríamos algo de fruta o sea – nos intentamos mimetizar con el entorno.
- Sí, nueve euros.

Madre mía, a euro la pieza. Nos quedamos paralizados, pegados al suelo, como cuando David el gnomo se convirtió en árbol. Acto seguido la cándida bolsita de 100 gr de almendras a 4,25 fue nominada y nuestros caminos se separaron. Por ese precio me compro el almendro entero.

En fin, que me quedo con el Dia tóxico, que más vale cutrerío barato conocido que atraco peregrino por conocer.

[la pitusa ya no es rusa iv]

- Mira qué bien, ya no tengo que pensar qué hago de cena, que estoy aburría.
- Yo casi que me quedo la tarta que a mi marido los higos le encantan.

Cuando se guardaron toda la comida pensaron en irse.
- Bueno Katiuska hija, que te llamas como las botas, que te vas integrando en el bloque di que sí. Poco a poco.
- La comida mira, diferente.
- Ale, a pasarlo bien, ya nos vamos recogiendo que mañana hay colegios.
La Pitu, que así la llamaba Ataúlfo en petícomité a pesar de que a ella no le gustaba nada, se portó como una rusa legítima e hizo de tripas corazón.
-Katerina – decía señalándose a sí misma para recordar su nombre.- Es bien – Dijo triste. Ya no se sabe si había dado por perdida la batalla o realmente ocurría que poco le importaban las urracas. Habían quedado en evidencia, con eso bastaba.
- Te lo dije, caerían ellas solas... - le recordaba el ex-pescadero.

Mientras la Pitusa no negaba en una conversación con un par de vecinos de escalera que se le había pasado por la cabeza poner un pequeño negocio de comida rápida, el niño del tercero izquierda, tan especial y solitario él, siempre adelantado a su edad, comentó que ya tenía las primeras clientas.

Todos se giraron y pudieron ver cómo las urracas estaban metiendo la comida ¡en unos táper que se habían traído de casa!


6.4.06

[terremoto en Arganzuela]

Este popular distrito madrileño amaneció a primera hora de la mañana entre fuertes movimientos sísmicos que asustaron a más de uno.

La intensidad del seísmo apuntaba a un desplazamiento de tierra que pudo haber alterado en varios centímetros la inclinación del eje de rotación terrestre pero… al final se supo que no, que era una neousuaria del polideportivo de la zona peleando con su propio bañador pues no podía quitárselo ni a tiros…

Y es que ya está en marcha el II Plan integral vida sana, con el que se acaba de aprobar un paquete de medidas destinadas a mejorar sensiblemente la forma y figura de una servidora. Esto también incluye sustituir por fruta ligera lo que venía siendo un supercolacao con medio kilo de crispis y 47 galletas…

El otro día, ni corta ni depilosa, me echo al agua como si este hubiera sido mi hábitat natural de toda la vida. Allá que voy embutida en mi bañador deportivo Adidas que antaño me compré y un gorro ajeno encontrado casualmente, también de la misma marca. De repente, me paro a pensar. Mi toalla espigada* ¡también es de Adidas! Sin quererlo tengo el equipamiento completo… Diosss qué responsabilidad… ¡Es como cuando a Ronaldinho lo viste Nike! Me tomo el reto por mi cuenta e intento no fallar a mi dueña y señora patrocinadora.

Entro en una calle con dos yayitas (nada que ver con las galletas) para asegurar mi reputación y empezar flojito cuando de repente veo que… ¡zas! ¡me sobrepasan! ¡Qué manera de deslizarse! ¡Qué velocidad de crucero! Soy el mito caído, la croqueta naufragada. Superada por dos viejas pellejas en plena forma. Quien me ha visto y quien me ve…

De pronto alguien me llama, es un chico muy amable que desde la calle de al lado me aconseja con acento sudamericano: Si quieres vente a esta calle pues, que aquí yo voy solo realmente despasio no más… - y me lo dice señalando con la cabeza a las viejas como diciendo: qué fieras ¿verdad? se lo agradezco y hago la mudanza inmediatamente. Me paso – según veo señalizado - de una calle lenta (las yayitas) a una rápida…

Un ratillo después considero que para ser la prémiere está más que bien y me salgo pitando hacia el vestuario para comprobar que… ¡soy la única cuya ropa interior no es de color carne! Dios mío, ¡hasta donde se me caerán las pieles! ¡No quiero! Dentro de unos años me veo llena de corchetes, como Carmen Sevilla. Y es que el tiempo no perdona. Yo de momento me lo intento currar y ahí queda eso.


* Véase Los espigadores y la espigadora de Agnes Varda.
[el Parque de la Cornisa güé-ia-ó]

Ese parque tiene un árbol bello árbol ay ay ay amor de árbol…

El dominguete, día del señor, nos dejamos caer (y eso que vivimos debajo) por el Parque de la Cornisa que es la zona verdusca y de recreo situada detrás de San Francisco el Grande, lo que viene a morir tirando hacia la Ronda de Segovia.

Durante la semana habían pegado carteles por el barrio (muy curiosos por cierto) sobre una verbena informativa que iba a haber para protestar por los planes municipales de arrasar esa zona para construir casitas pa los curas. Como decía Raquel: claro, como tienen pocas y cada vez son más… que tíos. Si nos descuidamos volvemos a la edad feudal.

Qué vidilla, qué entrañable. Vendían limonada a 50 ctms ( por favor, qué ternura que algo cueste menos que la moneda oficial), pipas y bocadillos envueltos en servilletas de papel de cuadritos que a ambos lados tenían el sobrante de servilleta retorcido tipo caramelo. Qué monada.

Además, había un grupo de música que tocaba a pelo y sonaba como las verbenas de hace cuarenta años. El buen día acompañó y todo el mundo estaba cespedeando descalzuco por doquier.

Los planes de encementorrear la zona se han paralizado en varias ocasiones. Esperemos que dure más que los árboles de Virgen del Puerto. Esperemos que dure más que cualquier árbol en Madrid. Qué manía de llevárselo todo por delante.
Una vez más el sentido común se encuentra en peligro de extinción.

Para saber más cositas: www.cipreses.net

2.4.06

querido usuario anónimo: ¡manifiestate! ¡tomate una cañuca conmigo!

Evangelina es una señorita refinada y servicial. Cuando el éxodo rural, entró a servir en casa de los Pelótez apenas cumplidos los catorce. Allí aprendió lo que vale un peine. Cuando el señor Pelótez la embarazó, acto seguido la despidió, la compró un billete de vuelta a su pueblo y le dijo que no quería volver a verla en los días de su vida.

La Fermina llevaba tantos refajos que el día que se los quiso sacar de encima para hacer un simple pipís le empezó a chorrear tímidamente una gotica por la pernera. Era una lágrima callada ante la impotencia de no poder salir de los atuendos. La Fermina murió de retención.

Mi alma se desintegra y tu solo piensas en huevos fritos /Recuérdame olvidarte de verdes laberintos /No sepas que no me mentí. Perdona lo que no fui

1.4.06

[el rescate de manolin]

Ayer a mediodía cuando vuelvo a casa deprisa y corriendo para hacer las lentejas antes de que llegue el niño – que el jodío llega con hambre de seis semanas - veo en el portal al Manolín, el de la Francisca y me digo:
A este chico le pasa algo.

- Niño, qué tienes?
- Nada, que me han dicho en el colegio que por allí no vuelva.
- ¿Cómo que no vuelvas? ¿Quién te ha dicho eso?
- Todos. La seño de plástica, la tutora, el jefe de estudios, la señora de la limpieza, el conserje…
- ¿Y eso? ¿Qué has hecho?
- Nada, pegar. Es que no lo puedo evitar.
- Anda sube a casa que Angelillo está al caer.

Manolín era malo porque la sociedad o el barrio, o lo que fuera porque alguien debía tener la culpa, digo yo, le había empujado a ello. Yo sabía que él por dentro era bueno porque yo soy buena amiga suya y me lo cuenta todo, pero claro, si no sale de él el cambiar no hay nada que hacer. Los secretos para eso están así que yo era una tumba.

[es maricarmen dijeron todos...]

Hablemos del ICE, el Instituto de Ciencias de la Educación. Él, y por extensión este endémico y putrefacto sistema, nos la han vuelto a jugar. Hablemos de la gestión del famosito CAP, el curso pa tontos, el titulo endeble, el de aprobar con la gorra, a talegón… el papel con el que puedes impartir asignaturas de las que nunca oíste hablar… eso sí, mi niño a colegio privado, no sea que en uno público se tope con alguien formado y opositado. Penica madre…

La diferencia de este año es que conlleva un destacado porcentaje de suspensos sin criterio alguno. Si yo, en plena posesión de mis facultades físicas y mentales, mañana mismo leo: “Fuentes cercanas al ICE aseguran que una cámara registró a una limpiadora del centro tirando las memorias al aire. Las que caían de cara recibían la calificación de aptas…” si leo esto, entonces, sintiéndolo mucho… ME LO CREO.

Lo mejor son las revisiones, una plantilla requetestablecida con mayoría aplastante de NS/NC que el incompetente de turno va desgranando sin ningún misterio. Grabadora en mesa y seguratas en puerta. Guerra tenía razón, a este país no lo conoce ni la madre que lo parió.

Revisión : dícese de un paripé pactado de antemano en el que no se revisan las memorias, no se ahonda en posibles errores de corrección, no se aclara al alumno donde estuvieron sus fallos…

Ánimo a todos los injustos suspensos. Precisamente por eso, porque son injustos, hay que protestar.

Aquí va un enlace interesante http://capestafa.blogspot.com/