23.4.09

[un abrazo muy fuerte para soña]

Sonia y yo pensábamos hacer un puzzle con piezas de velcro sobre la cabeza de Nuño para estimular la psicomotricidad de Estercita. Estercita es la que decía Soña pablá contigo... Era el descojone. Elena no entendía mi risa floja ya que en ese mismo momento se iba Dani y todos estaban muy emotivos. Nuño el que más, me impresionaron sus lagrimones. Con la de cosas fuertes que ha vivido este en las guardias, pensé yo.

Un día, como tantos otros, íbamos al curro, musiquita en el coche, rufles y marujeos varios. Ese día no recogimos a Estela ni llegamos puntuales, llamamos a avisar. Vimos un accidente de coche en la p. carretera de La Coruña. Inmediatamente Nuño paró, "nos aparcó", se puso el chaleco y se fue a echar una mano. No estaba en horario laboral. Con las guardias y con muchas otras intervenciones que hizo, pienso la de vidas que seguro ayudó a salvar.

Paradojas de la vida, hace poco dejó la suya. Fue el viernes 10, en una curva, según veo en un mail cuya lectura me ha provocado un tremendo calambrazo. Me quedo petrificada, sin moverme. Con los ojos desenfocados, sin dejar de pensar.

Me da por pensar, pienso que seguro que salía de una guardia. Me da por recordar, lo recuerdo sentado en el poyete de la ventana, con sus trango, su mini de café frío con 25 cucharadas de azúcar y pegando berridos que interrumpen su carrete marujo. Vata terturlias las del piso de abajo.

A él nadie le guardó.

Nuño era compañero y amiguete. Muy sanote y campechano. Creo que pensaba mucho en los demás y poco en él mismo.

En un solo instante, absolutamente todo se va a la mierda.

16.4.09

Hoy me he levantado especialmente vacía / Miré hacia dentro/ el hueco era tan grande
que salté al vacío y no me detuvo la nada/Quise llorar pero siempre llego tarde/ A todo
En medio del caos, un viejo profesor, nervioso, se detiene a contarme sus aventuras y desventuras buscando, para responder una duda de una alumna, la referencia de un poema de amor de Neruda en otro de Gutierre de Cetina. Grande.

13.4.09

[This is pena]

La dictadura de las apariencias nos hizo olvidar qué sueños no debemos perseguir.
El empachoso olor a colonia de viudo no nos interesa.