15.3.10

La primera vez que escuché a Caetano Veloso fue por ratufona, sus cds eran los más baratos de la ya de por sí barata sección de discos del SEPU, que por no ser, no era ni sección. Cien pelas. Pillé uno. Me gusta desde entonces.
Desearía no haberle visto en concierto. A los artistas no se les perdona todo, y alguien debería comentárselo en una comida informal cuando pidan la sal porque está al otro extremo de la mesa.

1 comentario:

Siempre tuya dijo...

Si tengo ocasión se lo comentaré. No solemos añadir sal en los restaurantes, pero lo haré con la pimienta.
Tienes razón ratuna, a veces deberían saber ser artistas.
un besucuco