29.10.08
[los agüelos]
La de Dani miraba la televisión varias horas por las tardes. Pero sin encenderla, no sabía usar el mando a distancia.
La de Elena, sentada en el portal, se movía muy poco o casi nada y le quitaba las alas a las moscas que se le posaban en la mano izquierda, que a partir de ese momento vivían condenadas al pedestrismo.
El mío contaba n veces el chiste de a ver, cuantos años tienen los platos - se tiran al suelo y se empieza contar: un añico, dos añicos... y después se hacía el dormido cuando venía alguna visita petarda a verle.
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1 comentario:
qué gonico el Fernan...mua
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