Adrián enseñó su guante de tres dedos. Se lo había hecho la abuela de un amigo.
Lo enseñó porque nadie le había preguntado...
Le comento que a mí me pasa algo parecido con un brazo despistado.
Él me recuerda que como perfecto en latín signifca "acabado", es mejor que no seamos perfectos.
1 comentario:
Qué grande la reflexión de Adrián, y qué grande la abuela de su amigo.
Besos
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