16.11.07

[¿Un golpe de suerte?]

Hay el primer club del fumador en mi ciudad. Pedazo de local supermoderno en pleno centro. Ya te digo que si pasa desapercibido. Hasta que entras claro, luego la publicidad de una marca de pitis se te mete hasta el hipotálamo. A cambio de renunciar borregamente a tu anonimato y soltando en la puerta el nombre de tu errerrepépé eres coolero gratuito con catering, desayunos y saraos varios a disfrutar.

Aquel día la pieza audiovisual a exhibir era breve y la emisión puntera: proyección simultánea en varias pantallas con sonido superenvolvente dolbyouyea. Ay el triste deuvedél, se quedó tiesuco y hubo que hacer varias proyecciones que dejaban cualquier entrañable cine de barrio a la altura del kinépolis. Poquitica organización madre. Qué fashion por fuera y qué necio por dentro.

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